Resumen:
El manejo del recurso ecológico cultural tiene un espectro de posibilidades que debe ser estudiado racionalmente para impulsar el desarrollo de las comunidades campesinas marginadas. La arqueología como ciencia social no sólo tiene la vocación de recuperación histórica, sino que tiene ante todo un compromiso con la comunidad viva en la que se realiza. Los recursos patrimoniales que son sacados a la luz y estudiados con una dimensión antropológica tienen una carga ideológica que debe servir para devolver a los pueblos marginados un sentido de dignidad y de auto estima. Debidamente documentados, pueden ser revalorados como elementos de interés turístico, que al atraer al público, pueden convertirse en una fuente de ingresos. El empoderamiento comunitario a través de los recursos culturales debe hacerse en el marco de una capacitación coherente de la población local. Si a la comunidad se le ayuda a comprender el valor que tienen los recursos patrimoniales, esta puede convertirse en la principal custodia y administradora de los yacimientos arqueológicos. Por otro lado, con un programa de adiestramiento comunitario, se pueden generar recursos adicionales estableciendo pequeñas industrias de turismo ecológico – cultural, una producción artesanal relacionada con objetos y motivos patrimoniales, además de brindar servicios de hospedaje, gastronomía regional. Así la arqueología puede convertirse en un eje instrumental para el cambio de vida de los habitantes actuales de las zonas estudiadas.
Ponencia dada durante el Congreso Arqueología y Desarrollo en América Latina, Bogota, Colombia, 2007.