Construcción de la caminería de recorrido del sitio arqueológico Santa Ana-La Florida, punto de observación y señalética, propuesta de uso social, apropiación del patrimonio cultural y buen vivir.
El Yacimiento Arqueológico Santa Ana – La Florida, lugar de emplazamiento del área arqueológica, se encuentra ubicado a orillas del rio Valladolid, al sur este del cantón Palanda, en una área aproximada de 1,5 Ha.
En el territorio de la alta Amazonía ecuatoriana, se efectuaron diversos trabajos arqueológicos, que han puesto en evidencia los vestigios de una antigua sociedad denominada Mayo Chinchipe, la cual se remonta a unos 5000 años de antigüedad (3000 a. C.).
Es en este contexto, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Regional 7, al ser la entidad del sector público, rectora de la investigación, documentación, información y conservación del patrimonio cultural material e inmaterial del país, de manera conjunta con el GAD/Palanda y el IRD de Francia, desarrolló una propuesta orientada a establecer los parámetros técnicos – económicos – turísticos ambientales y legales que permitan, la puesta en uso social del Sitio arqueológico Santa Ana – La Florida y su entorno más inmediato.
Para el efecto, se consideró intervenciones anteriores en el sitio arqueológico como el refuerzo de gaviones; estabilización de la margen occidental del río Valladolid, así como la edificación de un centro de interpretación para visitantes que a su vez protege las estructuras del yacimiento arqueológico. La intervención ejecutada en el sitio arqueológico tuvo por objetivo determinar acciones para potenciar, proteger y generar la oportunidad de aprendizaje e interacción de la comunidad y su patrimonio arqueológico, por medio de un programa arquitectónico que provee de una Caminería de Recorrido del Sitio Arqueológico Santa Ana-La Florida, Punto de Observación y Señalética, en concordancia con el uso social al que se destinará al sitio arqueológico.
En la puesta en marcha del proyecto de intervención al sitio, se tomó en cuenta la utilización y uso de materiales “no invasores” al paisaje natural de la zona, que no contrasten ni rompan la línea paisajística del área, cumpliendo de esa manera con el compromiso institucional que es la puesta en valor y uso social del yacimiento.
Fuente: INPC Regional 7